A veces las mejores precauciones no son suficientes para evitar una tragedia.
Según los informes anuales de la Dirección de Estadísticas e Información de Salud de la Nación (DEIS), desde el año 2007 al 2010 fallecieron más de 400 niños de entre 1 a 4 años por esta causa, y los que sobreviven con lesiones permanentes suelen duplicar o hasta triplicar la cifra.
Pero al tratarse de una tragedia en el ámbito privado, la mayoría de estas noticias no trascienden públicamente, disminuyendo nuestra percepción sobre la real dimensión del problema y la necesidad de prevenirlo.
Nada reemplaza la supervisión de un adulto, pero cuando todas las demás defensas de protección fallan, Infant Swimming Resource es la última herramienta de supervivencia que podemos darle a nuestros hijos.