Nunca le dé la espalda a su hijo estando cerca del agua. Sólo toma unos segundos para que él / ella pueda estar en serios problemas. En la playa, es importante que el adulto que esté supervisando no se encuentre a más de 3 metros del niño. Divida los turnos de supervisión de modo que nunca nadie se pregunte cuál de los adultos es el responsable de vigilar al niño en ese momento. A la vez, todos deben estar conscientes de las distracciones de la playa y/o balneario: el calor, el ruido, la gente pasar, el resplandor del sol y la monotonía de un niño pequeño jugando a lo mismo. Aunque hayan guardavidas profesionales de guardia en la playa, usted también debe estar vigilando a su hijo.
Recomendamos que el cerco tenga 1.30 mts. de alto como mínimo, con barrotes verticales separados por una distancia máxima de 10 cm. Jamás colocar barrotes transversales que faciliten el acceso tipo “escalera”. Debe contar con una única puerta de acceso con un sistema de auto cierre y traba no accionable por niños. Mantenga el mobiliario del jardín y los juguetes dentro del cerco, ya que muchos niños pueden trepar ayudados de un elemento externo y pasar sobre el cerco.
Que su hijo aprenda habilidades de auto-rescate acuático es esencial. Es lo último que puede salvarle la vida en caso de llegar solo a un cuerpo de agua.
Tener juguetes cerca o alrededor de la pileta es invitar a los niños al área de la pileta. Juguetes de rodados no deben usarse nunca alrededor de la pileta.
Esto facilitará que su hijo pueda agarrarse del borde externo de la pileta, pueda salir solo o llamar por ayuda, ya que la mayoría de las piletas residenciales no cuentan con un borde interno alrededor de la pileta del cual un niño pueda agarrarse fácilmente. Otra excelente opción es construir un barral interno con caños de PVC. Contamos con los planos para que lo construya. Es realmente muy sencillo y poco costoso.
Si su hijo cayera al agua, la orientación de los jets puede crear una corriente que lo guíe hacia un lugar a salvo. Para probar esto, coloque una sandía dentro de la pileta y vea hacia donde es dirigida por las corrientes creadas por los jets. Ajuste la orientación en base a esto.
En caso de cualquier accidente puede llamar a una emergencia de manera inmediata y sin tener que abandonar el área de la pileta. Este teléfono no debe ser usado para ninguna otra cosa, ya que la supervisión de su hijo en el agua es fundamental.
Los flotadores muchas veces pueden dar una falsa sensación de seguridad para padres e hijos. Estos elementos pueden fácilmente desinflarse o salirse del brazo de su hijo dejándolos en una situación potencialmente peligrosa.
Tenga especial atención al momento de comprar un chaleco salvavidas para su bote o lancha, ya que muchos de ellos flotan a los niños y adultos BOCA ABAJO. ISR ha probado muchos de estos salvavidas en sus alumnos más habilidosos y la mayoría de ellos no pudo girar a una posición boca arriba con el salvavidas puesto.
Mantener el agua de las piscinas cristalina o totalmente vacías durante el invierno.
Para muchos niños muy pequeños puede resultar muy dificultoso lograr tomarse del borse superior de la piscina cuando el mismo se encuentra a más de 10 cm. Es por esto que ISR recomienda la construcción de un borde interior para facilitar el acceso.
Las reuniones familiares presentan un alto riesgo para los accidentes en piscinas, ya que todos los adultos piensan que "el otro" esta cuidando de los niños y entonces nadie lo hace.
Es importante que en cualquier tipo de reunión multitudinaria haya un adulto responsable del cuidado de la piscina y que éste cambie cada 15 min. Es decir, que por turnos de 15 min. siempre habrá un adulto que será el encargado de la vigilancia del agua y los niños. Esta persona no deberá responder a ninguna llamada, TE, ni hacer otra cosa que pueda resultar en un segundo de distracción y por consiguiente, en un accidente. Es muy últil tener una tarjeta roja que pueda colocarse a la persona a modo de identificar quien está a cargo de la supervisión en cada momento.